De nuevo el multimillonario Grupo Souto, intenta destruir la
Empresa de Propiedad Social Directa Comunal Beneagro al norte de Barquisimeto, de
la comuna Tamaca Bolivar Chavez, apresar a sus productores y desmantelar sus
instalaciones. Este medio de producción (matadero de pollos) fue abandonado por
Grupo Souto en el 2013 y dejo en la calle a más 186 trabajadores y trabajadoras
que allí laboraban, gracias al esfuerzo de sus trabajadores en conjunto con los
consejos comunales y la Federación Bolivariana Socialista de Trabajadores de
Lara, se logró reactivar este medio de producción estratégico para el
desarrollo agroindustrial del país, beneficiado a más de 900 comunidades del
norte de Barquisimeto y del municipio peña del estado Yaracuy con la producción
que allí se genera. No es el primer ataque de Grupo Souto contra Beneagro, en
la primera ocasión fue un cuerpo de la guardia nacional con el SEBIM, luego del
GAES, luego de la PNB, ahora se presenta en la empresa una comisión fuertemente
armada del CICPC quienes en primera instancia se presentaron de forma
atropelladora con un tribunal penal presidido por el juez Rocio Oviedo con 6 grúas
pagadas por el Grupo Souto (ya que el CICPC solo cuenta con una grúa y está en reparación)
para remolcar la flota de cavas NPR y la ambulancia que han prestado servicio a
la comunidad desde la recuperación de la empresa. Es en esas cavas donde se realizan
los operativos de venta de pollo en las comunidades, el trasporte de insumos
para la escuela y el ambulatorio y la ambulancia ha prestado servicio de
emergencia a los habitantes del sector. Esta acción se llevó a cabo el viernes
16 de Octubre y no fue permitida por la comunidad organizada y los trabajadores
de Beneagro quienes presentaron todos los papeles en norma de las unidades, hoy
martes 20 de octubre amenazaron con regresar, pero en vista de la resistencia
de la empresa, la acción de la defensora del pueblo Iris Roldin, la juez
agrario Abg María Mascarell y la FBST no pudieron retirar la flota de Beneagro
y seguirá al servicio del pueblo. Hasta una vigilancia pagada venía con las grúas
para luego de haber apresado a los trabajadores, instalarse en la empresa
Beneagro.
Así actúan los empresarios, con atropellos al pueblo
trabajador y financiando grupos policiales que se prestan para su juego. La lucha
en Beneagro continua, alerta ante cualquier ataque de nuevo del Grupo Souto.
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