¿EL POLLO ES DEL PUEBLO, NO DE LA BURGUESIA? CASO SOUTO

Cuando los empresarios cierran una planta de trabajo, valiéndose de que son ellos los dueños del medio de producción y pasando por encima de los intereses de la población y de los derechos laborales ¿qué se debe hacer? Muchos dirán “bajar las manos, la empresa es suya” incluso el Estado, en su lógica burguesa, enfriará los procesos administrativos entre la burocracia para que nada pase, y el patrono se vaya con los bolsillos llenos y sin ninguna responsabilidad, pero ¿es lo justo? Preguntamos. Si fuese nuestro padre o nuestra tía ¿estaríamos del lado del empresario o del trabajador? Y más allá de eso, si no es nuestro padre, ni nuestra tía, sino que fuese un vecino, o un desconocido en otra ciudad ¿de qué lado te colocarías? ¿es un tema de clase o de parentesco?
Lo cierto es que en Venezuela se viene desarrollando desde el año pasado un proceso de desestabilización económica al que han bautizado con el nombre de “guerra económica” el cual ha consistido en crear una sensación de inseguridad vinculada a la adquisición de alimentos y otros rubros fundamentales para el día a día. Esto se ha hecho por medio del acaparamiento y la especulación fundamentalmente, pero además ha tenido un flanco mediático que ha masificado en la población un debate relacionado con la economía, cuestión que en medio de la Revolución Bolivariana tiene sus “pros” y sus “contras”, pues si bien no es beneficioso para el país que un sector agreda al pueblo a través de la desaparición del sustento diario, también es determinante que el pueblo, sobretodo el que ya está organizado, busque espacios para el debate económico y genere políticas para el área. Es así, con la realidad golpeándonos la cara, que debemos reflexionar ¿dependerá el poder popular de la renta petrolera?
Desde el 4 de noviembre del 2013 los trabajadores y trabajadoras del grupo SOUTO tomaron la compañía, los dueños decidieron declararse en quiebra sin responder ante el derecho de los trabajadores y trabajadoras, y surgió desde los adentros de la empresa la vieja consigna “¡sólo el pueblo salva al pueblo!”. Hoy los obreros y obreras llevan más de seis meses operando en la “Beneficiadora de Aves Barquisimeto” y organizándose junto a comunas y movimientos sociales para garantizar a algunas comunidades el abastecimiento de pollo a precios justos. Con respecto a esto, José Novoa, presidente de la Federación Bolivariana Socialista de Trabajadores y trabajadoras del estado Lara, expresó:
“apoyamos de manera solidaria a los trabajadores de esta empresa. Este grupo (SOUTO) está en el saboteo de esta guerra económica, teniendo una ganancia política al no surtir de este alimento (pollos) al pueblo, generando malestar. Ante esto la F.B.S.T, combatimos en esta guerra económica a través de la creación de los fiscales obreros y ya tenemos cerca de 300 certificados por el INDEPABIS”
Este es un ejemplo que se desarrolla en las adyacencias de Barquisimeto, pero el debate además de ser histórico, nos trastoca a todos los que pertenecemos a la clase trabajadora en el mundo entero. ¿El control obrero es la solución para la guerra económica? Es un debate que debemos dar, al igual que el de la producción en el país. Es sano que el gobierno asuma el diálogo, no solo con la empresa privada, sino con los trabajadores y trabajadoras, así como con las comunas, de lo contrario valdría la pregunta ¿qué socialismo se está construyendo?

David Gomez Rodriguez-CECLD